LOS CANGREJEROS DE SANTURCE
quí estamos de vuelta… La verdad hace muchísimo tiempo que no escribía mis pensamientos, pero más allá de que lo amerita, para mí esto fue necesario.
Hace dos semanas atrás estaba cerrando uno de los mejores, sino el mejor, ciclo que he tenido como profesional en mi carrera.
Cuando digo el mejor no me refiero al aspecto económico, ni al nivel de satisfacción por trabajo realizado. Más bien lo categorizo como el mejor porque tuve la oportunidad de meterle cuatro (4) meses sin parar al deporte que más amo en mi vida como trabajo profesional: El Baloncesto.
No, no jugué baloncesto (aunque las ganas no me faltaron), me tocó ser parte de los Cangrejeros de Santurce mi franquicia favorita del Baloncesto Superior Nacional en Puerto Rico, como encargado de redes sociales y algunas cositas más junto a un gran equipo de personas.
Y sí, basándome en la oración anterior pudiera escribir párrafos y párrafos de todas las vivencias que tuve desde el primer día en marzo 2023, pero esto no es un libreto, mucho menos el de San Germán :).
Pasó la temporada, y siento que mi equipo de trabajo con el cual manejamos las redes (un abrazo bien grande a Natalia y Omar) ganó fácilmente, Novatos del Año y Mayor Progreso a la vez, casualmente cómo los míos de Santurce, Alfonso Plummer y Ángel Matías.


Tuvimos una temporada rollercoaster, a nivel de ejecución. Muchas dificultades de novatos, inseguridades y ansiedades a un 100%. Tensión y miedos de cagarla en combinación con la adrenalina que sólo un discípulo de Kobe Bryant y el Mamba Mentality puede tener y entender. Quizás la misma inexperiencia, la falta de preparación, y la incertidumbre fueron grandes obstáculos a manejar, pero siempre ejecutando a un alto nivel, con aspiración y determinación.
Cuando toca, toca y eso es algo que el deporte siempre nos los deja entender.
Fiel creyente de que la dedicación, esfuerzo y compromiso son el camino correcto hacia el progreso, le metimos todos los días, todos los juegos, todas las actividades y gran parte de las prácticas. Nadie me obligó a estar presente en todo, pero en mi interior sabía que cada momento con el equipo, era una oportunidad para aprender, crecer y practicar.
Las oportunidades tienen fecha de expiración, por eso hay que meterle corazón y alma a cada momento que el presente nos regala.
En el deporte y en la vida hay cosas que solamente se pueden comprender cuando las vives y experimentas. Cuando se siente un cansancio físico, un cansancio mental, una cancha con los decibeles en 99, o cuando te dejan en cancha con un game winning shot.
Estas experiencias no basta con verlas o escucharlas, se requiere de sentir; la emoción de una victoria, la desilusión de una derrota, las frustraciones que se viven en los intentos, la incompetencia a raíz de imprevistos, la satisfacción de un resultado y el enfoque de vivir un día a la vez, un juego a la vez.
Hoy miro atrás con orgullo... el tiempo pasó y logré más de lo que esperaba. Conocí a personas únicas en el camino, hice amistades nuevas y pude aportar a una organización y un deporte que llevo dentro de mí desde pequeño.
Terminamos en un juego 7 en San Germán, un reto al que muchas personas le tienen respeto. Digo personas porque va más allá del juego en cancha, es complicado el viaje, es complicado lograr concentración, es complicado conseguir victorias de carácter (cómo dice el Monstruo Matías)allí.
En ese juego 7 no pudimos cerrar la victoria y a pesar de que nos dejó un sin sabor, en mi interior quedó la gran satisfacción de que se sudó, se pelió, y se le puso el corazón a cada jugada.
Mientras se acercaban los momentos finales ya estando en el camerino junto al equipo completo y los jugadores, se me quedaron para siempre las palabras de uno de los veteranos más grandes en el BSN, Ángel Daniel Vasallo.
Parafraseando porque no tengo la cita puntual, recuerdo que we were talking in English and Vasallo said something like “you should be proud of what we did, this is high level competition in one of the toughest leagues, BSN. This is not how we end, instead, we build from this.”
Y eso precisamente fue lo que se me quedó...
"This is not how we end, instead, we build from this.”
Los días se acaban, las temporadas también y cada momento trae sus retos, todos tenemos un trayecto que nos va forjando y definiendo como individuos. Esa derrota en un juego 7 en conjunto a las palabras de Vasallo me enseñaron que cuando experimentamos pérdidas, separaciones, o imprevistos, no son más que situaciones en la vida que nos acercan a nuestro propósito y destino. El tiempo invertido no es en vano, e independientemente el resultado esos procesos nos acercan con experiencias hacia las metas que nos proponemos.
I build from here, I’m not looking back, and now that I know, next year I will be ready when the time comes, because I now know what it takes.
I’m about to close this reflection of my season, y sólo resta por decir que cuando hacemos las cosas con amor, pasión y buena voluntad el progreso siempre, siempre... es inminente.
Palancas Arriba, x100PRe