SEMBRANDO conexiones

Es un pensamiento que se desliza en el día a día, pero casi siempre pasa por desapercibido.
Caminar de forma presencial, o trascender a espacios digitales, son acciones que nos llevan a dejar huellas y cimientos en diferentes tipos de relaciones.
En circunstancias como las que hoy día estamos viviendo, se ha vuelto bonito el poder compartir mensajes de texto, emojis que representen nuestras emociones; y sentir (aunque a distancia y de forma virtual) que tenemos a alguien con nosotros.

Sembrando conexiones aún cuando se hace difícil poder vivir que son reales.
Cuando la realidad se nos presenta a través de intermediarios es muy difícil tener la capacidad de entenderla como externa y no genuina a nuestro ser.
La capacidad de sentir, observar, oler o sencillamente estar cerca de algo natural como lo es ese ser que tanto amamos se aparta y se nos escapa todos los días.
Pero este sentido va mas allá de no poder abrazarte una vez más.
Va estrictamente a la sensación de volver a compartir contigo otra vez.
De apreciar tus expresiones, tu calor y corazón.
Los días siguen pasando, nosotros seguimos envejeciendo, el tiempo sigue corriendo y solo nos resta vivir.
A plenitud.
Porque la vida no es más que el simple hecho de existir con pasión y amor…
Con armonía a lo natural y aceptación de lo pasajero.
Entendiendo al fin que la grandeza tuya y mía sienta sus bases en nuestras conexiones que se deslizan por el tiempo y por nuestra vida.
Conexiones por las que doy gracias otra vez, y sigo sembrando todos los días.