o no sé ustedes, pero a mí se me olvidó la fecha.

De hace un tiempo acá me compré una libreta nueva, y comencé a escribir de nuevo. La verdad es que ni recuerdo cuándo fue la última vez que usé un bolígrafo. Y aunque la verdadera razón o causa de todo esto fue el hecho de que la libreta tiene un diseño bien lindo… tengo que admitir que me ha ayudado mucho volver a escribir.

En primer lugar, ya se me estaba olvidando. Tengo el teclado bien mangao’ pero esa letra mía está pal de fea. Y no es ni por lo de fea, es cuestión de que sea legible por lo menos.

Legible cómo fueron los primeros momentos cuando era pequeño. Donde las maestras me enseñaban a coger un lápiz para dibujar figuras y aprender que cada una de ellas sonaba o no sonaba de una manera.

En esos comienzos, quizás no tenía la capacidad de reconocer lo que estaba pasando, ingenuamente me enfrentaba a un reto de poder dibujar algo, y entender que ese algo tenía un significado.

Significados que con el pasar del tiempo se convirtieron en mi habilidad de comunicar.

El tiempo pasa rápido, y a desgracia, nuestra memoria nos pasa juicio. Que muchas cosas se quedan en el olvido… Y que muchas otras vemos tan simples que parecieran irrelevantes.

Todos pasamos un momento en donde el examen de caligrafía nos hizo sudar, porque era EXTREMADAMENTE difícil poder enfrentarse a algo nunca antes visto, como no salirte de las rayitas escribiendo en cursivo.

Y así seguimos creciendo… todos los días. Fijándonos en que surgen incertidumbres a diario que ponen a prueba nuestra capacidad de enfrentarlas y adaptarnos. Y no estoy siendo complicado, con temas de preocupación global, es tan sencillo como un día en el que la goma del carro se explota, el celular se queda sin batería y nadie se para ayudarnos.

Desde lo que pudiera llamarse simple, hasta lo complejo. La incertidumbre de la vida es una realidad incrustada en nuestro mas profundo sentir. Porque no vinimos aquí a saberlo todo, ni darle un sentido a la inconsistencia. Vinimos a vivir, y ser felices con lo que el universo nos trae.

La vida sigue flotando, poniéndonos a prueba, asegurando que su único fin real es hacernos invencibles, hacernos más fuertes, hacernos gloriosos.

Desde el primer día con un lápiz, hasta hoy con mi libreta nueva….

Con cada reto que llega siento la certeza de que no será el primero ni el último, y siempre y cuando mi corazón lo permita seguiré o más bien seguiremos siendo mejor.

Ahora repite esa última oración y practícala todos los días.